Las palabras siempre han sido mis *mejores amigas.* Si me siento triste, escribo, si me siento feliz, también. Si no siento nada, escribo a ver si siento algo, si siento demasiado intento sentir menos escribiendo. A pesar de pasarme la vida escribiendo, no fue hasta hace poco que decidí gritárselo al mundo. (O a mis 400 seguidores de Instagram 😂)
— Ale, si has escrito tanta mierda durante toda tu vida, ¿Por qué ahora quieres ser autora? ¿Por qué crees que Pantalones Blancos (mi novela pronto publicada) sí debe salir al mundo?
— Pues no sé. Pero la he leído mil veces y todavía me da cosquillitas.
No fue hasta que terminé de escribir mi primera novela, la sometí a un par de convocatorias de editoriales locales, y la escogieron en una para publicarla que me dije: QUIZÁ SÍ PUEDO SER AUTORA.
¿Me lo afirmo? sí. ¿Me lo creo? Todavía no tanto.
A pesar de que ahora comparto más mis escritos, intento tener presencia en las redes, y me la estoy viviendo de autora, sigo escribiendo para mí y eso es una buena señal.
¿Sabes esa frase que dice “baila como si nadie te estuviera mirando” ? Pues mi moto es escribir como si nadie me fuera a leer. Quiero que me lean, OBVIO, pero si pienso que no me leen, me siento más libre y tengo menos miedo a ser yo. Y cuando uno es su YO, sin miedo al qué dirán, es cuando salen las mejores obras. (Uy, que filosófica me puse)
Aún cuando escribo con tanto afán y corazón, atribuirse el título de autora es difícil. No es como que me gradué de medicina y ahora soy médico. Los artistas tenemos dificultad en llamarnos artistas porque nos exponemos a que nuestro talento se catalogue arte con la aprobación de los demás. Si no, ¿qué es?
A pesar de haber escrito sobre 50,000 palabras organizadas en capítulos con tramas, dramas, desarrollo de personajes y todo lo demás, me quedo con la interrogante: ¿Ya me puedo llamar autora?
*Mi tangente llegó en la primera oración: Mejores amigas. No creo en eso, pero te cuento la próxima semana.
Si que lo sos, sos la autora de tu novela. Asi que efectivamente sos autora.
Yo estoy tratando de contestar “escritor” cuando me preguntan a qué me dedico. Cuesta pero lo estoy haciendo. El otro día en la peluquería me preguntaron y como estoy en Bali y el idioma “común” es el inglés, contesté: “writer”. El peluquero puso una cara rara, me miró y me dijo “de restaurante o de café?”. Había entendido “waiter” que es mozo. Me reí y decidí ya no decirlo más en inglés.
Saludos
La idea que tenemos preconcebidas es que si no ganamos dinero de algo entonces no podemos decir que nos dedicamos a eso.
Pero creo que tienes razón, digo los deportistas no esperan ganar de dinero para decir lo que son.
¿Por qué nosotros no?