¿Inclusivo, inclusiva, inclusive, inclusivx?
¿Por dónde íbamos? Indagando en la tangente de la semana pasada...
El primer día que fui a una escuela superior a dar un taller de escritura de guion estaba asustada por lo sensible que puede ser la inclusividad para las nuevas generaciones.
Examiné el salón e identifiqué jóvenes que visiblemente gritaban QUEER y decidí referirme a la clase como TODES. Para el momento que lo dije ya habíamos agarrado un poquito de confianza y justo la persona queer se echó a reír y me dijo: “Misi, ¿todes? ¿En serio? ¿Lo dices por mí?” En el momento se me escapó una carcajada, y le expliqué que solo estaba siendo inclusiva, pero por dentro me PASMÉ. ¿Hice algo mal?
En ese momento me di cuenta que tenía que asumir una postura. Tanto como tallerista bregando constantemente con jóvenes y como autora. (Ay chús, como me llamé, por aquí va la tangente al momento 😂)
Vamos a aclarar algo: Soy una persona inclusiva, promuevo la igualdad y defiendo los derechos de la comunidad. Ahora bien, el Español es el Español y no es el españel. Las palabras son palabras y no palabres. No creo que nadie se debe sentir ofendido porque no estoy escribiendo ofendide. (Y si lo está, perdón)
Siento que si me pongo a escribir con el nuevo inclusive, perdería mi ritme de escriture y tode el sentide de lo belle de nuestre lenguaje. ¿Me entiendes?
Así que lo he decidido: A menos que una persona me comunique que debo referirme a elle con el término inclusivo “e”, seguiré utilizando mi español como lo aprendí.
La tangente del día: Autodenominarse.
Hablemos de esto la próxima entrada. 😉
Muy de acuerdo contigo!
Creo que lo importante es trasmitir el mensaje. En inclusivo, en inglés o en morse. Si lo que se quiere decir se entiende, el trabajo está hecho.